“El claro del bosque es un centro en el que no siempre es posible entrar; desde la linde se le mira y el aparecer de algunas huellas de animales no ayuda a dar ese paseo. Es otro reino que un alma habita y guarda”.
María Zambrano.
Algo se está descubriendo en este mismo instante en que lo contemplas y nunca más se volverá a dar así. PELO envuelve un sentir vital, un temblor que adopta diferentes formas. A veces es un rostro, otras deviene en una palmera, en un cactus, en una nube, incluso en un pez. Seres escondidos en sí mismos, que habitan en la espesura, en un lugar combativo. Siempre de fricción.